viernes, 18 de diciembre de 2009

Kwame Nkrumah

Nació el 21 de septiembre de 1909 en Nkroful, Costa de Oro. Fue uno de los líderes políticos de la independencia de Ghana, político y filósofo panafricanista.

Nkrumah nació de una comerciante al detalle y un orfebre. Asistió a la Achimota School de Accra desde 1926 hasta su graduación en 1930. En 1935 abandonó Ghana en dirección a los Estados Unidos. Allí se graduó en economía, sociología y psicología mientras trabajaba en una fábrica de jabón, de camarero de barco o vendiendo pescado en la calle.

En 1945 viajó a Londres para estudiar derecho, pero abandonó la carrera para dedicarse al activismo político, de izquierda y antiimperialista. En otoño de 1947 la United Gold Coast Convention (UGCC) de J. B. Danquah le ofreció un empleo, que le hizo retornar a Costa de Oro. Sin embargo, sus ideas de izquierda le separaron de Danquah y sus seguidores.
Nkrumah dejó el partido para fundar el suyo propio, el Convention Peoples Party (CPP). Dotó al partido de una organización y unas técnicas modernas de promoción, al organizar grupos juveniles, usar banderas y eslóganes y proveerse de un aparato de prensa que criticaba al gobierno colonial.

Tras la independencia
Nkrumah eligió como residencia presidencial el castillo de Fort Christiansborg, la antigua residencia del gobernador británico, un lugar que en el pasado había servido para la trata de esclavos, y que los servidores presidenciales consideraban como embrujado lo cual le distanció de sus conciudadanos. Sin mayores intereses como los deportes, la comida o la comodidad, Nkrumah decía dedicarse exclusivamente al trabajo. Según su confidente y secretaria personal Erica Powell, Nkrumah desconfiaba de sus colegas y vivía una existencia solitaria.

Tenía la intención de convertir Accra en una base política y económica para la independencia de todo el continente africano. En 1958 organizó una conferencia para promover la revolución pacífica africana, a la que asistieron trescientos representantes, entre los que se encontraban Julius Nyerere, Joshua Nkomo, Kenneth Kaunda, Hastings Banda, Patrice Lumumba, Amilcar Cabral, Holden Roberto y Tom Mboya.

Nkrumah alegaba en sus escritos que creía en un socialismo moderado para África, sin negar las ventajas de algunos aspectos del sistema de producción capitalista, si bien siempre fue un firme oponente del imperialismo occidental. Su plan para desarrollar la economía africana era industrializar la región, de forma que se redujesen las importaciones y la balanza de pagos mejorase. Consideraba que el socialismo tenía el potencial de operar un rápido crecimiento en África, pues Nkrumah estaba impresionado por la experiencia de desarrollo industrial rápido ocurrida en la Unión Soviética y en los países socialistas europeos, así como por el estado de bienestar. Además, juzgaba que la forma de vida tradicional en África reunía muchas similitudes con el socialismo.


Más ambicioso que otros líderes africanos, Nkrumah se consideraba una suerte de lider inspirado que convertiría a Ghana en una verdadera potencia y un ejemplo de Estado moderno, mientras se transformaba al continente africano en una fuerza política y económica comparable a los Estados Unidos y la Unión Soviética. Acuñó un nuevo término de doctrina política, el Nkruhmahismo, que designaba una ideología bastante personal que nunca estuvo claramente delimitada. El Instituto Kwame Nkrumah, que él fundó, era el responsable de difundir esta ideología, y según anunciaba «El Nkrumahismo es la ideología de la Nueva África, independiente y absolutamente libre de imperialismo, organizada a escala continental, fundamentada en la concepción de la África Una y Unida, que obtiene su fuerza de la ciencia y la tecnología modernas y de la creencia africana tradicional de que el libre desarrollo de uno mismo está condicionado por el libre desarrollo de todos».


Ghana desarrolló pronto un gran culto a la personalidad de Nkrumah. Los diarios elogiaban a su líder y frecuentemente lo describían como el hombre capaz de transformar a Ghana, al África, y al mundo entero. Asumió informalmente varios títulos con nombres como Hombre del Destino, Estrella de África, Su Alta Dedicación y sobre todo Osagyefo, traducible como «victorioso en la batalla» o «redentor».

Por otra parte, se intensificó su soledad y desconfianza en su entorno, según Erica Powell. En su aislamiento, se rodeó de aduladores que sólo le decían lo que él quería oír. El 30 de diciembre de 1957 contrajo matrimonio con la egipcia Fathia Rizk, esposa que había pedido al presidente de Egipto Gamal Abdel Nasser, una mujer a quien no había visto hasta el día de su boda, y solo hablaba francés y árabe, lenguas que Nkrumah no conocía, en una ceremonia íntima que mantuvo en secreto hasta el mismo día de la boda.


En 1960 Nkrumah promulgó una nueva constitución por la que Ghana pasaba a ser una república que podía gobernarse fácilmente, pues se otorgaba al presidente la facultad de emitir decretos sin necesidad de aprobación del parlamento, rechazar gran número de decisiones parlamentarias, y destituir prácticamente a cualquier funcionario del Estado sin procedimiento previo. También se otorgaba al régimen el control de los medios de comunicación. En 1961 el mostrar «falta de respeto a la persona del jefe de estado» pasó a ser considerado una falta criminal.

Subordinó otras instituciones al CPP, de forma que en la práctica el partido tenía fuerte influencia sobre organizaciones tan variadas como la Brigada de los Trabajadores o el Consejo de las Mujeres de Ghana. El obispo católico de Accra fue expulsado del país por mostrar su desacuerdo con la politización de los grupos juveniles. El CPP se tornó en un partido con grandes tensiones internas a causa de la disparidad de intereses entre sus integrantes (de muy diversa extracción política) y la corrupción causada por quienes se integraron al partido buscando metas puramente personales. El secretario general del partido, Tawia Adamafio, lo describió una vez como «un monstruo aullante amenazando con arruinar la nación entera». Nkrumah prometió acometer el problema de la corrupción de los altos funcionarios y para ello creó un comité que investigaría la procedencia de los bienes de los miembros del partido. En la práctica, sin embargo, sus resultados no se publicaron y la élite del partido siguió igual de corrupta.

Por otra parte, Nkrumah construyó gran número de valiosoas obras públicas: muchos hospitales, colegios y carreteras, y un sobre todo el gran complejo hidroeléctrico en el río Volta. Su entusiasmo a la hora de construir infraestructuras, sin embargo, atrajo a empresarios extranjeros quienes descubrieron que una idea ambiciosa y un soborno podían granjearles cuantiosas concesiones gubernamentales. Así se construyeron por ejemplo enormes y costosos silos para el cacao, para descubrir más tarde que eran inutilizables.

Exilio y muerte
Nkrumah nunca volvió a Ghana, pero continuó trabajando en pos de la unificación africana. Vivió exiliado en Conakry, Guinea, como huésped del presidente Ahmed Sékou Touré, que le hizo co-presidente honorífico del país. Allí leía, escribía y recibía a los huéspedes. A pesar de retirarse de los asuntos públicos vivía asustado por las agencias de inteligencia extranjeras que querían eliminarle. Cuando su cocinero murió temió que pudieran asesinarlo, y comenzó a amontonar comida en su habitación. En agosto de 1971, al fallar su salud, viajó a Bucarest, capital de la entonces República Socialista Rumana, para recibir tratamiento médico. Allí murió, en abril de 1972, de cáncer de piel, a los 62 años de edad.

Está enterrado en su pueblo natal, Nkroful. Aunque la tumba se encuentra todavía en Nkroful, sus restos fueron trasladados a un memorial en Accra.

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