viernes, 18 de diciembre de 2009

Cooperación Sur-Sur

La idea Sur-Sur se sobrepone e interactúa con el Movimiento de los No-Alineados, con el Grupo de los 77 y con la OPEP, en una nueva estrategia de esfuerzo colectivo para alcanzar progresivamente la autodeterminación y desligarse de la aplastante influencia política y económica de los poderes dominantes del sistema internacional.
A cualquiera que esté familiarizado con las organizaciones del Tercer Mundo, le parecería poco realista creer que la cooperación colectiva entre ellos, al interior de la estructura Sur-Sur, pueda ser despolitizada.
Indudablemente tiene que ser politizada si se desea lograr una contribución y un impacto importantes en la lucha por un nuevo orden político, económico e informativo. Por ejemplo, el Movimiento de los No Alineados estaba a la vanguardia de la lucha por la descolonización y, específicamente, por transformar las relaciones entre los Estados al interior del sistema internacional. Este objetivo probablemente no cambiará. Lo que presenciaremos en lo que queda de este siglo probablemente será el cambiante foco de No Alineados y la convergencia de varias fuerzas e intereses.
El campo de acción de estas relaciones no es sólo transnacional y transregional sino que es, también transcontinental. La naturaleza heterogénea de la forma en que se asocian mundialmente las necesidades produce, por un lado, convergencia de intereses entre los actores y, por otro lado, conflicto de intereses entre ellos.
La capacidad de mantener la solidaridad interna y la factibilidad de la nueva asociación dependerá de la existencia de una voluntad común, de la fuerza de sus convicciones morales en relación a los problemas políticos globales, de la inequidad en las relaciones internacionales y de la capacidad para prevenir una polarización del propio Sur.

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